No sé si te has parado a pensarlo, pero estamos decidiendo a cada momento, hay decisiones que ya las tenemos tan interiorizadas que las tomamos casi sin darnos cuenta.

Y, aun así, hay decisiones que nos resistimos a tomar.

DECIDIR ES TOMAR ACCIÓN

Como te decía antes, estamos decidiendo a cada instante: qué ropa me pongo, qué desayuno, voy en coche o andando a trabajar, qué hago para comer…

Y con cada decisión que tomo, me pongo en acción, me muevo. Y el movimiento es vida, entonces, las decisiones son oportunidades para vivir nuevos aprendizajes.

Las decisiones también son emocionales. Ah!! Que te creías que tú decidías desde tu parte más racional. Déjame demostrarte que cada decisión la pasas por el filtro emocional, ¿por qué a que no tomas la misma decisión cuando te sientes tranquila que cuando estás angustiada?

Te pongo un ejemplo, discutes con un amigo y estás francamente enfadada.

Imagínate ahora, que decides hablar con esta persona sobre el tema, cuando estés más tranquila, ¿a que tus palabras, tus gestos no serán los mismos, que si decides llamar, en el momento en el que sentías tu máximo nivel de enfado?

Por lo tanto, ahora que sabemos que las decisiones que tomamos las pasamos siempre por el filtro emocional, esto significa que tomaremos mejores decisiones cuando sentimos emociones agradables, que son aquellas que nos hacen sentirnos cómodas (por ejemplo, la alegría, la paz, la calma, la seguridad, el amor…).

¿Con qué emociones te sientes más cómoda, más a gusto: con la gratitud, con el amor, con la esperanza…? Pues en ese caso asegúrate de tomar esa decisión que tanto te está costando desde ese estado emocional.

¿QUÉ NOS AYUDA A TOMAR DECISIONES?

1.  Tener claros cuáles son nuestros valores ¿Qué es lo realmente importante para ti en tu vida?

Si tienes claro que para ti un valor esencial es la lealtad, si te proponen algo, que implica engañar a otra persona, tendrás claro que, aunque lo que vayas a ganar sea importante para ti, no lo vas a hacer de esa forma, porque para ti es esencial ser honesta y leal contigo y con la otra persona, y esto está por encima de lo que te está ofreciendo la otra persona.

2.  Saber qué quiero, pregúntate y se honesta en la respuesta, ¿qué necesito en este momento? ¿qué deseo en este momento?

3. Decide siempre desde lo que a ti te hace feliz. Después de tomar la decisión, responde honestamente a esta pregunta ¿me hace realmente feliz la decisión que termino de tomar? ¿Esto me acerca o me aleja de mi objetivo, de lo que quiero conseguir?

4. El gran PARA QUÉ de lo que quieres. Una vez hayas tomado la decisión pregúntate ¿Para qué quiero hacer eso? Este para qué será tu compromiso, para mantenerte en el camino de la decisión que has elegido, sabiendo que es lo que realmente quieres en este momento.

6.  REFLEXIÓN SÍ, PARÁLISIS NO: reflexionar sobre la dicotomía en la que te encuentras está fenomenal, y es estupendo que te hagas preguntas que te ayuden a tomar la mejor decisión posible para ti en estos momentos.

Pero cuando esta reflexión se alarga en el tiempo, tiendes a procrastinar, analizas, analizas y continúas analizando la situación y esta es la disculpa perfecta para no decidir y te paralizas, no avanzas y te estancas por ese exceso de análisis.

Si te sientes bloqueada, es porque estás en modo mente y en realidad lo que nos ayuda a tomar la decisión que realmente anhelamos es nuestra alma, nuestra esencia.

Aquí la clave sería: siente más y piensa menos.

Y avanza, porque recuerda que los errores son creaciones de nuestra mente.

En realidad, las equivocaciones no existen cuando decidimos, existen los aprendizajes.

Es precisamente por miedo a equivocamos, que en ocasiones no decidimos y no decidir es una decisión en sí misma.

¿Te das cuenta?, siempre estamos decidiendo, incluso cuando no queremos hacerlo. Así de sabia es la vida, dándonos la responsabilidad a cada instante.

6. Suelta el miedo al resultado, suelta el miedo a equivocarte, y comprobarás que te resultará más sencillo tomar la decisión que tanto te está costando.

Este es mi mantra, ante momentos en los que siento que me paralizo y me resisto a tomar una decisión, a ponerme en acción.

Y lo que más claridad me aporta ante la decisión que quiero tomar en cada momento, teniendo la certeza de que está alineada con mi momento presente, con lo que necesito y merezco, es la visualización que te incluyo a continuación como audio.

Escuchar esta visualización, te ayudará a tener mayor claridad en la toma de tus decisiones y podrás volver a ella, siempre que quieras.

visualizacion decisiones

Si estás en un momento de cambio, en el que quieres tomar una decisión y te sientes bloqueada; o si te encuentres en una situación en la que has de tomar una decisión y no haces otra cosa, más que procrastinar, dejar que pase el tiempo. Escucha esta visualización, y verás cómo tendrás la respuesta de forma clara delante de ti.

Y recuerda que lo que te va a ayudar a decidirte, es:

  • Que esa decisión esté en sintonía con tus valores.
  • Reconocer para qué es importante para ti decidirte por eso.
  • Sé honesta con lo que realmente quieres.
  • Asegúrate que te hace feliz.
  • Suelta el miedo al resultado.
  • Y ten siempre presente, que, detrás de cada decisión siempre habrá un regalo en forma de aprendizaje esperándote a que lo experimentes.